Piñas al aire y manotazos de ahogado

Luego del escándalo político por la noticia en un medio nacional del arreglo Macri-Poggi y el tendal de heridos que deja esta alianza en los radicales y PRO puntanos, los medios poggistas salieron a pegarle a cualquiera.

Por cualquiera nos referimos que ante los pésimos números que le vienen dando las encuestas a Poggi y al frente de Cambiemos, han salido a atacar militantes de base y funcionarios de 5ta línea del rodriguezsaaísmo. Creen que así van a sumar puntos y solo reciben aplausos de foca de los pocos convencidos que tienen.

Cuando ya no sabés cómo convencer de que no sos lo mismo que decís combatir.

En su desesperación Poggi ataca personas desconocidas, militantes de base, operadores y punteros que trabajaron para él cuando los Rodríguez Saá le prestaron los votos para ser gobernador, gente que continúa trabajando en el proyecto provincial donde siempre estuvieron.

Hace un par de semanas se trenzaron cual conventilleros con una militante de base en la puerta de la Catedral, ahora atacan a una operadora que trabaja en la flamante Secretaría de la Juventud.

Nos imaginamos que en este caso, ambas mujeres, hay también un componente misógino. Esas mujeres seguramente respondieron a él como empleadas cuando era gobernador-títere con sillón prestado.

Entre sus ex empleados se rumorea que Poggi no solo es un traidor a quiénes lo crearon políticamente, también es un desleal con las bases, poco confiable y que los ataca con una ferocidad que solo sería entendible si estas personas fuesen peces gordos del armado de los Rodríguez Saá.

"Se mete con los que no pueden darle una trompada, no se anima con los que le tienen carpetazos de toda la que se llevó cuando estuvo en el gobierno" dicen los que trabajaron para él en el Portezuelo y hoy murmuran "¿a qué empleado del montón le va a pegar ahora?".

Tanta saña es producto de la caída en los números de las encuestas, y hay que sumarle la interna feroz que la nota de Clarín desató en el radicalismo de Cambiemos que no quiere a Poggi.

Le queda poco tiempo. Sin proyecto, sin estrategias, sin militantes y en un frente donde solo lo quieren Ricardo y Cacace, el cordobés gasta tiempo y dinero atacando peones. Así nunca va a hacerle jaque mate al Rey.