"BoB ZalaZar El Constructor" el nuevo "éxito" feudomediático.

Mientras los profesores, los alumnos y los vecinos reclaman la devolución de herramientas y efectos personales que quedaron retenidos indebidamente en el salón vecinal tras un cambio de cerraduras a cargo del BOB EL CONSTRUCTOR puntano, este sube a las tablas al grito de “¡Vecinos nos quieren usurpar! ¡Esas herramientas son mías! ¡Acá yo soy el presidente del barrio".

 Las vacaciones de invierno terminaron, los chicos volvieron a clases y las obras de teatro continuaron, no obstante.

El Diario de la República consagró la opereta “Zarazarense”este domingo en la MESA CINCO, la única sección interesante que tenemos en toda la semana. “Un incidente con olor a represalia…” fue para el Rodolfo Walsh que escribe la sección el título adecuado para la chicana, que se parece cada vez más a la revista Barcelona… pero esto no es una parodia de la realidad… es el Diario al que le creemos algunos puntanos.
 

Es prometedora esta obra, aunque algo cargada de rencor político y dramaturgia isabelina. El renunciado estríper denunciando por abusos llamó a la policía de Poggi para que comparezca a la vecinal del Bº Di Pascuo, donde vecinos, docentes de los talleres y los alumnos (de los talleres que no funcionan más gracias a Zalazar) se reunían para hacer una asamblea para definir la continuidad de los talleres que se dictaban en el barrio. 

Los oficiales llegan, Zalazar llega tras ellos haciendo bramar su rodado cual estilo PinyPon… interrogan, y se encuentran con una reunión que se llevaba pacíficamente a cabo en la vereda. Los policías consultan a los presentes “Cuál es el motivo que los reúne”, y se desayunan que en realidad le compraron pescado podrido a Zalazar, y no se trataba de un intento de usurpación. Por el contrario, eran ellos los que reclamaban a Zalazar que les devuelva las herramientas, la producción de los alumnos, efectos personales de los talleristas, etc... “todas las que se usaban en los talleres, los materiales y la producción están ahí adentro” exclamó una tallerista algo enojada. A lo que Zalazar, asumiendo su papel en la obra exclama replicando: “¡Esas herramientas son mías!” expresa el diario (el mismo que hace un mes lo denunciaba por agresiones, y hoy respalda sus disparates).

Es así que contamos la sinopsis de la obra que protagoniza un caradura que no sólo defrauda a todos y todas los kirchneristas, sino también a los vecinos y vecinas que ahora no tienen talleres en su barrio.

Pero la vieja política no va más señores y señoras, San Luis se ha parado a aplaudir una obra como todas las que promociona el pasquín del Alberto, tan disparatada como fantasmal. Los acompañan todas las demás repetidoras de Xilium. ¡Es todo un éxito el arte si hay publicidad!

Prometen que las próximas operetas serán mejor producidas y con protagonistas que no tengan denuncias por abuso sexual, al menos.