Terminó la payasada poggista

Así, triste y solitario final, tal como lo anunciamos, lo que solo era un trámite y fue convertido en un circo mediático por el candidato Poggi para subir en las encuestas donde viene desinflándose, terminó sin pena ni gloria.

Del ridículo no se vuelve.

Era un trámite y así culminó aunque Poggi fuera a apretar un juez, un fiscal, y una institución estatal para tener prensa. Que vergüenza un tipo que fue gobernador haciendo esos papelones. Es que todo le vino de arriba, ni siquiera eran de él los votos que lo dieron como gobernador ni los de diputado en estos casi 30 años que estuvo con los Rodríguez Saá de los que ahora reniega como si los conociera de hace una semana. Nadie te cree Claudio, con esa cara y la que te llevaste, nadie te cree.

Lo fueron a esperar los radicales a la puerta del Poder Judicial, Riccardo y su aspecto de aséptico (nunca supo lo que es un barrio). Qué frío en el alma que te vayan a esperar los radicales!!!!, cuatro gatos locos pacatos sin entusiasmo para nada más que los cargos que se pueden repartir.

Mientras tanto el tipo se cree un groso porque sale en dos diarios nacionales amigos de su partido real: CAMBIEMOS (el otro es solo una pantalla para hacerse el "independiente", el "frentista") cuando los títulos decian "atrincherado", a lo Ceballos con lenguaje militar, antidemocrático, haciendo pasar vergüenza a la provincia. Es que es cordobés, qué le importa San Luis, el tipo acá vio un negocio y nada más.

Nosotros nos imaginamos qué pasaría si cualquier otro ciudadano quisiera quedarse con otras 10 personas adentro de un tribunal a dormir para apretar a un juez. El boleo que te dan. Así son los garcas, siempre con coronita, pueden hacer lo que no te permitirán nunca a vos. 

Tristísimo el final de la pijama party en el Poder Judicial, pero permitió conocer un poco más la calaña de Claudio Poggi.